jueves, 6 de septiembre de 2012

El cerebro... ¿Nuestro mejor amigo? ¡Ja!


El cerebro, nuestro más grande y mejor amigo, el lider de todo nuestro organismo; sencillamente, lo más complejo que tenemos, para describirlo en una palabra, yo diría que el cerebro es... Una total y completa maravi... ¡MIERDA!

¿¡Por qué dices eso, Jonathan!?
Pues, sencillo, hagamos un repaso de sucesos que todos en nuestra vida hemos tenido que vivir, tal vez no todo, pero sí la mayoría de estos. Veamos:


  • Mamáestra: ¿Recuerdan los años de oro? Cuando se estaba en primaria, aquellos años en los que cualquier cosa era un motivo de risa, burla, humillación, etc. Seamos sinceros, durante esa etapa de nuestro crecimiento éramos más felices porque la más mínima estupidez nos causaba gracia. Pues, no obstante, siendo esa la etapa en la que cualquier pequeño error podía hacerte quedar como motivo de burla, es la única etapa en la que nuestro gran amigo, el cerebro, comete el error de hacernos creer que nuestra maestra, por alguna razón es "mami"... Uno estaba de lo más normal, la maestra te hablaba, y todo el salón quedaba en silencio (parecía conspiración, la vaina) y se escuchaba ese fuerte "Ok, mami"... ¡NOOOOOOOOO!, lo siguiente que recordarás es a todo el salón burlándose y a ti, por alguna estúpida razón, sitiéndote avergonzado. Lo arrecho es que ese error lo cometes solo en primaria, cuando la vaina le causa chiste a los carajitos, estando en el liceo, uno hasta trata a ciertas profesoras como madre, por cariño. ¡El coño e la madre!.
  • El/la casanova mudo/a: Pues, creo que este es muy típico, a todo el mundo le ha tenido que haber pasado esto, aunque sea una vez en su vida. Digamos que no eres una persona a la que le cueste hablar con otras personas, ya sean de tu mismo sexo o sean del sexo contrario, o de tu mismo sexo/contrario, warever... El punto es que puedes hablar de lo que sea, con quien sea, cuanto sea, como sea, y todo de pinga. Hablas de política, música, moda, actualidad, teología, ciencia, ficción, sexualidad, psicología; bien, donde te paras te defiendes. Cuando observas que te pistonean, sale la parte más seductora que esconde tu cerebro, hablas también de todo y sacando tu lado sinvergüenzón, haces maniobras, te la comes, perfecto, levantaste/coronaste. Pero ya va, espera un momento, acaso... ¿Es esa la persona que te gusta?, sí, sí es... Acércate y conversa, vas a coronar seguro... Te acercas y... ¡Hey!, ¿qué pasa? Oh... Cerebro ha pasado a modo vegetal. Adiós, temas de conversación. Saluda a los "Épale, ¿cómo estás?; bien, ¿y tú?; bien...". Gracias, cerebro, de nuevo, volviste a hacer una hijueputada.
  • Fobia al papel: Ya deberían imaginar esta situación. No le pasa a todo el mundo, pero sí le ha pasado a unos cuantos genios y sobretodo, a nosotros, esos cuantos medio bruticos. Es una situación un tanto parecida a la anterior, pero con pequeñas variantes, a la final... Es la misma cagada, tienes un examen, super importante, te ancitipas unos cuantos días; sí eres muy estudioso, unas cuantas semanas. Le dices a mami o papi o hermanito o amiguito que te pregunten, hablas de la vaina como un tema de conversación normal, perfecto, sacarás 20... Pero invertido, porque nuestro gran amigo, el cerebro, al parecer tiene conflictos con la hoja de examen, y lo arrecho aquí, es que uno es el pendejo que se ve afectado con estos conflictos, porque al ver esa hoja de examen, o tal vez hoja multigrafiada (si el profesor es pana), se acobarda, da la espalda, el culo, se va a dormir, no sé qué carajos hace... Pero, es como por arte de magia, todo se ha ido. "Complete el siguiente nombre: Si_____ Bolivar" Tu respuesta: "Sien Bolivares". Así es, hasta escribes en donde no hay rayas, para darle "sentido" a tu "respuesta". Te amamos, cerebro, never cheinch.
  • Modo gago acompañado de tics nerviosos: Recordemos las exposiciones, aquella evaluación que todos amábamos. No existe mejor cancha para abrir a nuestro cerebro, era perfecto para darle la oportunidad a nuestro gran amigo, una vez más, para hacernos quedar mal. Lo mismo que la anterior, toda una semana preparándote, estudiando, leyendo, hablando, etc. Ha llegado el momento de pararse en el ring, es la hora de... ¡APAGAR EL CEREBRO!, y no me vengan con pajas de que "no, que tal, que yo era un pipí, un genio, y vaina, era bueno en eso". Aja, sí, te felicito, igual la cagaste par de veces, sí o sí. Bueno, estas vainas funcionan como una fiesta, la vaina comienza medio seria, lo primero que dices, lo dices bien, es chevere; luego vienen las risas, es como si estuvieras recordando el mejor chiste de tu vida o un buen episodio de "Las sombrías aventuras de Billy & Mandy", todo lo dices riendo, pero ya va, no es una risa normal, es tu mejor risa de idiota; después de esto, o a veces en conjunto con las risas, prepara tu gorro, los pitos, porque ha llegado la hora de bailar, la hora loca, tambaleas de un lado al otro, cruzas las piernas, mueves las manos al mejor estilo reggaetonero, pones la boca como Owen Wilson y haces más muecas que Jim Carrey, pero, ya va, eso no es todo, por si fuera poco, el paquete incluye un manual del gago, así es. To-to-todo lo di-di-dirás de esta ma-ma-maldita ma-ma-manera, o por lo menos el 70% de lo que digas. Felicidades, estudiaste que jode para un 15, cuando mucho, y si tienes un profesor pana, pues agarra tu mal merecido 17-18.
  • Espejismos ilógicos: No basta con hacerte quedar mal delante de tu familia, amigos, profesores, o cualquier persona conocida, no, el cerebro es un tanto farandulero, le gusta también ridiculizarte con desconocidos. Las posibilidades son infinitas. Vas por la calle solo/a, de lo más normal y vaya, mira, esa que va adelante es tu amiga Sonia, la catira, acércate por detrás y salúdala. Pues sí, la saludaste, por alguna razón, confundiste a una negrita, con tu amiga Sonia, la catira. Pero no hace falta que estés solo, puedes salir acompañado/a, ten en cuenta que el cerebro a veces trabaja en equipo, esta situación es un tanto personal, sales con alguien, están viendo algo en una puta vitrina, luego, más atrás de eso, viste algo más arrechísimo, y bueno... No puedes voltear y avisar, sino que tienes que agarrar a tu "acompañante" por la camisa/blusa para decirle "mira esta vaina", con esa fuerza y ese tono de emoción tan grande. Y bueno, así es... Estás haciendo un intento de violación a una anciana que se paró junto a ti porque tu acompañante se alejó sin avisarte y tú cerebro sigue captando de reojo la misma imagen de tu acompañante. Gracias, muchas gracias por su trabajo en equipo.
  • Paranguaracutirimiguaro: Se me ocurrió usar esa palabra tan enredada para la situación más wtf? que existe. Estás hablando con alguien, super normal, todo bien, pero hey, ya va, no la has cagado en horas, o días, es momento ya, ¿no crees?. Es la hora de enredarte con cualquier estupidez... "Bueno, sí, entonces yo estasdjkasdasjklba, estabasksdha, coño, ESTABA con la chama y..." Así es, te enredas diciendo alguna palabra, a veces es una palabra estúpida, otras veces una palabra un tanto más seria... Pero, ¿cómo carajos te puedes enredar tan estúpidamente en una conversación tan normal?, eso, al igual que "¿por qué bostezamos al ver a alguien bostezando?", será siempre un misterio.

Y esas son solo algunas de las tantas situaciones a las que nos somete nuestro gran amigo, hay infinidades, pero si sigo mencionando, esto se haría largo, ladilla, y le agarraré arrechera a mi cerebro. Solo concluiré diciendo que, bueno, sí, eres fundamental, amiguito, eres chevere muchas veces, pero serías mejor si no nos humillaras tanto. Hay que hablarles así, estas mierdas tienen vida propia, son como Grenlins, Gremlins, Grenliemns... ESAS MIERDAS, ustedes entienden. ¿Todavía creen que el cerebro es nuestro mejor amigo?, yo no lo creo.


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